El reciente Mobile World Congress en Barcelona ha sido distinto. Durante años, los equipos de gama cada vez más alta y con sistemas operativos adaptados desde hoy al humano de mañana han sido el foco de interés de la prensa especializada. Sin embargo, el 2013 ha empezado con un desafío urgente y, hasta cierto punto, descuidado por las empresas de tecnología: el gran 80% de la población mundial que no encuentra lugar en las innovaciones en telefonía móvil, ubicado en países con economía emergente, como India, África, Latinoamérica y otros países asiáticos.
Desde fines del 2011, Stephen Elop – CEO de Nokia – había sido claro en su visión de negocio: “el siguiente billón de personas en el mundo se conectará por primera vez a la red desde un teléfono celular”. Sin embargo las empresas han satisfecho a duras penas esa demanda, con equipos que no representaban una transición sana desde los “básicos” a los “inteligentes”.
Este año, se han presentado diferentes proyectos avalados no sólo por empresas constructoras, sino también por carriers de telefonía móvil. La fundación Mozilla presentó su plataforma Firefox OS, con una interfaz basada íntegramente en HTML5, y que ofrece todas las condiciones de navegación óptima y uso intenso de apps sociales. Varias empresas han mostrado su interés por desarrollar equipos de gama de entrada con este OS – Sony, Huawei y Telefónica, por mencionar las primeras –y que aparecerían a finales de este año.
El matrimonio Nokia Microsoft lanzó la “gama media” de la dinastía Lumia: el 720 y el 520, diseñados con Windows Phone 8 para promover el uso de la plataforma móvil en mercados nuevos. Además, y para asegurar el modelo de negocio que mantiene Nokia en India, se renovó la gama “Asha” con los modelos 105 y 301 corriendo S40, la interfaz de Nokia. Samsung y su renovada interfaz “Tizen” (posiblemente un licuado entre Android y Bada) aparecerá este año en dispositivos de entrada, para mantener la hegemonía en construcción de equipos que la surcoreana ostenta desde el año pasado.
Fuera de los problemas que representa la rápida obsolescencia de los teléfonos de “gama baja”, el problema radica también en la poca preocupación de los desarrolladores por mejorar las condiciones gráficas y de productividad en las interfaces de estos equipos. La navegación vía WAP, la conectividad EDGE o dispositivos sin WiFi son los grandes rompemuelles en el camino limpio a la inclusión social 2.0.
* Artículo para la revista VelaVerde
