Tras mi resumen de los diferentes modelos de Galaxy que han aparecido y he tenido la oportunidad de probar, sentí que Samsung debía comenzar a correr un poco más de riesgos en filosofía de producto. Este año, la competencia es mucho más dura en el mercado de alta gama (El HTC One, el Sony Xperia Z2, el mismo Lumia 930 o el reciente LG G3), y no es momento de formar un commodity en la industria móvil. Ya vimos lo que le pasó a la misma Nokia cuando se sintió la dueña del mundo en un mercado que la dejó sin reacción tras estallar en sus narices y lo que Apple está empezando a sentir con los años. Bajo esa premisa, en que la construcción es tan importante como el desempeño y el diseño, Samsung parece haber dado un salto que lo llevó a caer sobre sus mismas pisadas. A prueba tuve al Samsung Galaxy S5, y no puedo evitar tener un dejavú.
DISEÑO
En líneas generales, es un diseño continuista. Responde a la evolución estética del S3/S4 y combina el look and feel de ambos. Del S3 retoma los bordes anchos, mientras que del S4 hereda las líneas de construcción. El filete plastificado del equipo le da un acabado más parejo, pero alarga la eterna deuda de Samsung: aún no noto acabados de primera en Samsung, y es algo que la competencia ha aprendido a destacar.
En el bolsillo se siente un teléfono que no ocupa mucho espacio, a pesar de los tamaños. La distribución de los botones me parece correcta, pero Samsung incorpora algunos elementos adicionales a la estructura, para validar la certificación de resistencia al polvo y el agua (IP67, donde 6 es la resistencia al polvo y 7 al agua, y comparado al Z1 de Sony que es IP58). Para empezar, coloca una tapa en la parte baja del equipo para proteger el ingreso USB, y evitar de esta manera el ingreso de agua cuando el equipo es sumergido un metro poco menos de media hora, o dejado por accidente cerca a un líquido que pueda derramarse. En la parte trasera se ubica la cámara y el parlante. Me preocupa un poco el ingreso de agua por la grilla de llamada, pues tuve cierto ruido tras mojar el celular para las fotos que adjunto en el post.
La primera impresión que me dejó el S5 durante el evento de lanzamiento se fue diluyendo un poco con el uso constante del equipo. Debo decir que, pese a mi propia creencia, la tapa trasera removible es un acierto de Samsung. He intercalado entre diferentes equipos estas semanas, y muchas veces sentí un mejor grip al sujetar el S5. El revestimiento de plástico poroso ha permitido que el agarre mejore considerablemente respecto al S4.
En efecto, el espíritu del equipo refleja una evolución en líneas generales, pero no es algo que haga destacar al equipo frente a la gran propuesta de otras constructoras que presentan diseños con gran acabado.
Sobre el botón HOME se esconde la gran apuesta de Samsung en temas de seguridad: un sensor para huellas dactilares. Sobre él me referiré más adelante. Para completar el diseño, Samsung mantiene los botones Android físicos que ha mantenido desde siempre.
PANTALLA
Es, a mi juicio, el mayor salto tecnológico en este modelo. El panel frontal del S5 ha crecido 0.1 pulgadas, bajo el estándar FullHD - 1920 x 1080 - que ya tenía el S4, pero con enormes mejoras. La luminosidad en extremos es sorprendente. Bajo el sol se comporta ligeramente mejor que otros Smartphones con pantalla SuperAMOLED, pero de noche los tonos mínimos son realmente mínimos. De noche le ponía el brillo al mínimo para poder revisar contenido en Feedly, Facebook o cualquier otra app y no molestaba a mi esposa con la intensidad de la luz. En verdad me funcionó bastante bien en todo momento.
Vayamos por partes. El panel cuenta con una estructura de diamante en los subpíxeles, lo que perfila una mejor imagen. Ofrece 22% más de brillo que el S4 y 15% más que el Note 3. Además reduce en un 27% el consumo energético del S4. Es la pantalla que mejor rendimiento ofrece, hasta el momento, en reproducción multimedia, fotografía y contenido de apps. Los modos de color están mejor definidos que en el S4 y la saturación está mejor controlada.
CAMARA
El nuevo sensor CMOS de 16 megapíxeles - 1/2,6 pulgadas -con tecnología ISOCELL - es para evitar que los píxeles "se pisen entre ellos" - ha sido una grata revelación. En velocidad de enfoque, supera a cualquiera. Cuenta con un proceso de detección de fase, encima de la de contraste. Es una sana evolución de lo que ya habíamos visto en el S4, pero es lo esperado un año después. Aún hay ciertos parámetros "temperamentales" dentro de las herramientas de composición de fotogramas continuos - como los shots en los que aparece un mismo objeto en diferentes posiciones-, pero se comporta bastante bien en uso automático. Para los "manuales" - sin mala intención, eh? - hay diferentes seteos, pero la filosofía de uso del S5 es el"point and shoot" sin dudas.
Un detalle fantástico del modo de grabación es el 4K. Tuve la chance de probarlo, y el resultado me parece de calidad. La enorme ventaja que ofrece una grabación de tanto detalle es la poca pérdida del zoom. No llega a los niveles del Nokia Lumia 1020, pero creo que hace un trabajo sobresaliente,en un mercado que agranda el número para marketing y no graba a detalle.
Otro punto a favor: en la pantalla aparece la cantidad de MB que consumimos de la memoria del dispositivo, un indicador de enorme ayuda al grabar en un formato que come demasiada capacidad. Entre los modos, destaca el de "enfoque selectivo", la posibilidad de tomar una foto y desenfocar por zona con la fotografía en la mano. Es un proceso algo más pesado en el S5, a comparación de Nokia, pero el resultado está mejor logrado.
HARDWARE + RENDIMIENTO
- Las entrañas del Samsung Galaxy S5 llevan
- Procesador Qualcomm Snapdragon 801, quad-core a 2,5 GHz
- RAM 2 GB
- Memoria 16 GB / 32 GB ampliable con microSD
- Conectividad LTE, NFC, WiFi 802.11ac, BT 4.0 LE, USB 3.0, puerto IR
- Batería 2.800 mAh (extraíble)
Obvio que va a volar!! El problema es que, pensando en estas specs, uno cree que siempre lo va a hacer. No sé si es el modelo que probé o si la luna estaba muy cerca, pero hay instancias que no fueron superadas por el procesador. Una de ellas, que fue reparada a los días de salir el S5 al mercado, fue el comportamiento de la galería. Si quería ver una foto, la galería demoraba entre 5 a 8 segundos para abrir, quitando dinamismo al flujo de trabajo. Ojo, nunca usé un micro SD para almacenar nada. Esto ha sido subsanado tras un update, pero nunca lo tuve para descarga, así que conviví con ese lag durante toda mi experiencia.
Fuera de eso, reacciona como esperas que reaccione un gama alta de esas condiciones: GPS muy preciso, no se calentaba mucho, estabilidad de sistema - salvo un solo reboot por conflictos de terceros -, fluidez en la multitarea a pantalla partida, y otras cosas. Uno de los puntos en que noté algo de deficiencia fue en la calidad de las llamadas - bueno, es un teléfono -, que no tenían la claridad de otras marcas. Eso sí, el parlante de llamadas es muy intenso, así que bájale un poco porque puede llegar a sorprenderte.
La resistencia al agua y el polvo son bastante buenas, pero eso nos obliga a un paso mayor de protección: colocar la tapa de los conectores USB permanentemente. Este paso es solo hasta que te acostumbres, pues luego ni lo notas. Tuve la chance de publicar fotos en Instagram mostrando esta cualidad y recibí varias señales de asombro por este punto.
SOFTWARE + FEATURES
Como no puede ser de otra forma, Samsung integra una nueva versión de TouchWiz, corriendo sobre Android KitKat 4.4.2 desde la caja. Viendo el administrador de tareas, Touchwiz y el sistema en conjunto utilizan , en promedio, 1,40GB de los 2GB de memoria RAM disponibles, que se incrementan muy rápido en un uso medio intenso. A pesar que KitKat parece untadito con mantequilla al lanzar apps, Samsung nos debe una mejor gestión de procesos.
Fiel a la costumbre, la personalización de TouchWiz es tremendamente invasiva. El S4 ya había patinado en ese terreno, pero en el S5 decidieron aguantar el empuje. Hay varios features, pero no tantos como el S4 y su inconsistencia. A esto me refiero con el título del post: S4S. Es un S4 más maduro, enfrentando el mercado actual con herramientas correctas, pero no es un salto evolutivo. En el S4 las aplicaciones propias apuntaban a todo: monitoreo de la salud, dualshot, reproducción con varios dispositivos, air view, air gesture, y un laaaaargo etcétera.
El S5 perfila mejor su software, eliminando lo innecesario y administrando mejor lo que heredó del S4, pero no parece un nuevo equipo. Es más, una de las cosas que extraño es el coqueto peek de la pantalla apagada que el S4 lleva, en el que pasas la mano por el sensor de proximidad y te da la hora con la pantalla apagada. En el S5 no está y lo extrañé.
Las novedades de Samsung para el equipo en el caso de los features son varias: la madurez de la suite de monitoreo de salud es innegable. El S5 es capaz de gestionar toda tu actividad física sin depender de elementos externos como el S4, algo que agradezco. Desde el sensor de pulso, colocado debajo de la cámara y al lado del flash LED, podemos medir nuestra actividad cardíaca y el nivel de estrés, simplemente colocando un dedo sobre el sensor.
Además lleva un registro diario de nuestra actividad física, aunque me gustaría que el podómetro funcionará de manera automática tras analizar nuestro desplazamiento continuo. El control de peso, el registro de alimentos y la rutina de ejercicios se complementan muy bien con los accesorios Gear Fit que Samsung añade al catálogo. Aún falta perfilar el recurso, pero van por muy buen camino.
Otro concepto merece el sensor de huellas dactilares colocado sobre el botón HOME del panel delantero. La idea de Apple Samsung es añadir un elemento más de seguridad para acceder al dispositivo. Aquí debo contar una confidencia: cuando recibimos equipos de prueba, siempre hacemos un borrado integral del dispositivo antes de devolverlo, para entregarlo en las condiciones de fábrica. Por alguna razón, la persona que probó el equipo antes que yo no hizo el barrido y dejó su huella digital programada. Evidentemente no podía vulnerar el acceso, así que hice lo más recomendable: googlear hard reset samsung S5. El método es volumen arriba + home + power hasta que el logo de Samsung aparezca en la pantalla. Luego de eso, pude resetear el teléfono y comenzar de cero. Recuerda que lo importante en un teléfono no es el costo del equipo, sino la data que alberga.
Respecto al sensor, debo decir que me resultó poco práctico. Estoy acostumbrado a las contraseñas de PIN o de patrón en cada equipo, pero decidí convivir con esta opción de huella. Atención padres: si van a ir con un niño al parque solos, para tomarles fotos y levarlos de la mano, poner la huella será lo más desafiante que existe. Lo digo por una razón: nunca pude usar el sistema de huella con una sola mano. Está pensado para coger el equipo con una mano y pasar un dedo de la otra mano para desbloquear. Si vas de compras y tienes una mano ocupada con la llave, no podrás desbloquear el dispositivo con una mano. Ponle mejor un PIN o un patrón. Además, aceptaba tres intentos de diez, así que no tuve encuentros felices. Me parece una buena idea pero que requiere evolucionar a algo más práctico. No sé, colocarlo en la tapa trasera y generar un patrón en un panel tactil. Qué sé yo.
Estas son algunas de las innovaciones del S5, pero dejaré que descubras las otras - como la descarga veloz - al comprarlo.
AUTONOMIA
Los 2800 mAh de la batería extraíble son más que suficientes para mantener al equipo en el estándar de carga por día tras uso intenso. Lo bueno es que el S5 añade una función de Ultra Ahorro. Al activar esta opción, la pantalla del dispositivo se configura en escala de grises y prolonga por días la vida útil de la batería. Esto nos viene a pelo para momentos críticos de la batería en la calle o ante situaciones de emergencia, en que no tengamos un cargador o batería externa a la mano. Este feature debería venir instalado por defecto en TODOS los terminales.
CONCLUSION
¿Samsung ha dado un paso evolutivo? sí, pero yendo por la senda iluminada del barrio, en la que no correrá riesgos y seguirá manteniendo la cabeza en ventas. ¿La franquicia "Galaxy" necesita un cambio? yo creo que sí, entendiendo que la competencia cada vez es más férrea. Si miramos a los otros bajo el parámetro "ventas", posiblemente no vale la pena cambiar. Si miramos el parámetro "calidad", sin embargo, se está quedando corto. Hoy tiene un mercado con mucho margen para el riesgo, pero parece que han armado un commodity peligroso que busca cumplir con récord de ventas. Samsung sabe su oficio, pero creo que, en esta ocasión, no ha sido suficiente.
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