BlackBerry ofrece en su tableta la combinación de dos tendencias: la convergencia entre Smartphone y Tablet y una interesante cuotas de mercado de aplicaciones, enriquecida indirectamente por otros entornos. Una Tablet que, contra todo pronóstico, puede responder a muy alto nivel de exigencia empresarial y ser una solución interesante para curiosos de la tecnología.
Ante todo sinceridad. Hoy estamos ante un mercado móvil que
establece límites rápidos para las innovaciones o las personalidades dispares.
El grueso de la tendencia va hacia Apple y sus “iCosas”, pasando por Android y
su omnipresencia, hasta Windows acaparando cuota con su renovado modelo de
ventanas en tablets y smartphones. Este espectro dominante deja un rezago de
oportunidades muy medidas, en el que grandes que recién entran al juego o
pequeños que sueñan con ser grandes buscan imponer un estilo o un nombre
propio, pero sucumben ante la tremenda oferta acaparada por estas tres
gigantescas entidades que son las encargadas de marcar el camino. Una de las pocas
que ha decidido correr el riesgo de la independencia es Research In Motion.
La PlayBook de BlackBerry es, en líneas generales, una
Tablet eficiente. Es más, su hardware reúne cosas interesantes:
ü Pantalla multitáctil LCD de 7” con una resolución de 1024 x 600
ü Procesador doble núcleo a 1Ghz y empujado por 1GB de Ram
ü Cámara delantera de 3 megapíxeles y una trasera HD de 5mpx capaz de grabar video a 1080p
ü Bluetooth 2.1 + EDR, Wi-Fi, puerto Micro USB y un conector micro HDMI
ü Navegación web compatible con HTML5 y Flash 11.2
ü Altavoces y micrófono estéreo.
Sobre la capacidad de este dispositivo, RIM ha anunciado que
descontinuará el modelo de 16 GB, pero aún mantiene en el mercado los modelos
de 32 y 64 GB.
Como pueden notar, la PlayBook no tiene componentes estándar
de una tableta gama media de Android. En las manos se siente muy cómoda y su
superficie de contacto es fantástica. Está hecha de un material plástico muy
resistente y de acabado mate, lo que permite sujetarla mejor. En la parte
delantera tiene un LED de notificaciones que cambia de color según la
aplicación que se está usando.
En el caso del software, el asunto se pone más interesante
aún. Una de las cosas que destaca a primera vista es el uso de los bordes de la
pantalla. Para moverte en el entorno de PlayBook 2.0 hay que deslizar los dedos
desde los bordes de la pantalla. Desde arriba uno puede desplegar menús
emergentes de acuerdo a la aplicación. Desde abajo, la aplicación se minimiza
al escritorio y muestra la cadena multitasking de las aplicaciones que corren a
la par en el dispositivo. De izquierda a derecha, la PlayBook intercala entre
apps de manera increíble. A diferencia de otros entornos – incluido el
multigesto de iOS – la transición de aplicaciones en la PlayBook se siente
mucho más suave y menos forzada.
Sobre el multitasking, RIM arriesga con todo. La PlayBook es
capaz de hacer correr juegos, multimedia y entornos de trabajo sin lag, sino
que además extiende su interfaz a través de la conexión HDMI. Uno puede
conectar el terminal a un HDTV y ver fotos o vídeos, mientras que en la
pantalla del terminal se puede navegar por Internet o revisar un documento. La
suite ofimática que aparece por defecto permite el uso de esta opción,
mostrando diapositivas a pantalla completa en un proyector o televisor,
mientras que la pantalla presenta una vista de expositor con todo el mapa de la
presentación en miniaturas. Incluso, y sin salir de la aplicación, uno puede
enviar al monitor anexo fotos, páginas web, vídeos o cualquier otro contenido
sin reducir el performance.
El entorno se asemeja as un BB7 con vitaminas. La nueva
interfaz para móviles de RIM se ve mejor trabajada en la PlayBook, con íconos a
gran detalle y muy cuidados. De hecho, mucho de lo que vemos actualmente en el
entorno de la PlayBook será heredado por BB10, la esperada actualización de los
equipos RIM. El menú se despliega apenas rozamos el borde inferior de la
pantalla, y nos permite personalizar las páginas de aplicaciones que tengamos o
agruparlas en pequeños íconos, tal cual Android y iOS. La navegación web es
completa, gracias a la compatibilidad con HTML5 y Flash; y juegos como Angry
Birds Space, NOVA 2 o NFS Undercover corren sin problemas y con gran detalle.
Uno de los puntos fuertes de la PlayBook es, sin duda, BlackBerry
Bridge. Esta función le permite a la tablet emparejarse con cualquier
dispositivo BlackBerry para extender sus funciones y habilitar el lado
empresarial del equipo. Sin la necesidad de una sincronización de data y
simplemente vía Bluetooth, la PlayBook puede navegar entre mensajes, correos,
fotos, vídeos, música y toda la información alojada en un Torch, un Storm, un
Curve o cualquier otro modelo de Smartphone BB. Además, uno puede usar el
teléfono como control remoto de la tablet, pues apenas tocamos el trackpad del
Smartphone aparece un puntero en la pantalla del PlayBook que se desplaza en
todo el entorno y nos permite intercambiar apps, avanzar o retroceder
diapositivas, cambiar fotos, entre otras cosas. Bridge habilita también el
VideoChat con otros terminales PlayBook.
Para completar las condiciones, cuenta con una versión
optimizada de App World, pero que evidencia una realidad innegable: el lado
frágil de PlayBook es su mercado de aplicaciones. Lamentablemente la tienda de
Apps de RIM no cuenta con las cifras del
App Store o del Google Play. Ni siquiera se acerca a los números del Windows
MarketPlace. Las pocas opciones de herramientas de productividad y ocio son
limitadas y, hasta en cierto punto, caras. Por citar un ejemplo: Angry Birds,
en otras plataformas, tiene un costo de US$0.99. En el App World de RIM cuesta
US$3.75. Y así desfilan versiones acondicionadas a BlackBerry que tienen un
precio alto.
A pesar de eso, RIM ha dejado un “huevo de Pascua” para
desarrolladores y usuarios finales: la PlayBook puede correr aplicaciones de
Android y hasta de iOS sin problemas. Es una manera inteligente de luchar
contra la escasez de desarrolladores para BlackBerry, pues se necesita un
simple proceso de virtualización en pantalla para que estos apps sean
compatibles con PlayBook 2.0. Basta con visitar tutoriales en YouTube para ver
lo sencillo que es habilitar hasta “launchers” de Android. Sin embargo, RIM no
debería depender de esta habilidad valiosa de la PlayBook como atractivo.
Por otro lado, en las últimas semanas, RIM ha promovido
convocatorias interesantes para llamar la atención de desarrolladores. Una de
ellas fue el “Reto BlackBerry”, que contó con más de 11 mil developers de
Colombia, México, Perú y Venezuela, mercados en donde BlackBerry es muy fuerte.
Esta iniciativa fue patrocinada por MTV y Gameloft para buscar profesionales
que desarrollen aplicaciones durante tres meses con soporte online y talleres
presenciales en los países habilitados para la convocatoria.
En líneas generales, estamos ante un equipo con potencial
para cumplir con cualquier nivel de exigencia. Depende mucho qué tanto futuro
le de RIM a esta propuesta, incluyendo aplicaciones y actualizaciones. Para
añadir un poco de interés, RIM ha confirmado que este dispositivo recibirá de
primera mano el salto as BlackBerry 10, el futuro inmediato de RIM. Si tienes
un BlackBerry, es una excelente opción de integración y acceso a tus
contenidos. Si no usas BlackBerry, también es una gran alternativa.