Hace unos meses, se presentó la nueva versión de tablets Yoga al mercado mundial de la mano de Ashton Kutcher, actor relacionado a la tecnología por su cuenta de Twitter, sus intentos de red social y su reciente papel como Steve Jobs en la NEFASTA película biográfica del cofundador de Apple “jOBS”. Lamentablemente esa noticia opacó el lanzamiento de un equipo que busca revolucionar él diseño de las tablets actuales y que logró una manera efectiva de usar una tablet con comodidad y en diferentes ángulos, heredando mucho de la filosofía en construcción de las ultrabooks Yoga con Windows 8. Tuve en mis manos la versión de ocho pulgadas de la Yoga Tablet.
DISEÑO: 9
Es un diseño que destaca del resto, sin duda. Desde la caja uno nota elementos diferenciales. El panel delantero de ocho pulgadas es acompañado por dos bocinas estéreo colocadas en la parte de abajo, para permitir una correcta difusión del audio. El acabado en aluminio en fantástico y se siente muy bien a la mano, pero el impacto visual va hacia el cilindro en la base. Sin duda es un beneficio para el agarre – algo que ya vimos en la reseña de la Sony Xperia S Tablet – y que busca desmarcarse del actual modelo de construcción de otras compañias, al apoyar la pantalla en un kickstand – patita – graduanble que permite diferentes ángulos de visión.
De lado me recuerda un poco al teclado de las Mac, pero ese “look and feel” no desaparece en el diseño. Luego explicaré por qué.
Los botones físicos de bloqueo y volumen pueden ser algo incómodos al inicio, sobretodo porque el de bloqueo/encendido/apagado está en a uno de los lados de la batería – el cilindro de abajo –, y suele ser algo molesto para los que estamos acostumbrados a bloquear un equipo con botones colocados en la parte superior del dispositivo. Los botones laterales de volumen responden al acelerómetro del equipo, pues – dependiendo la posición – el botón de la izquierda te puede servir para subir como para bajar el volumen. Es algo extraño al inicio, pero toma pleno sentido mientras cambias la posición del tablet. A algunos no les va a gustar esto.
El kickstand funciona muy bien. No se traba ni se afloja, ejerce la presión justa a los bordes y permite un rango muy amplio de posiciones. Ayuda a esconder el slot para microSD y aloja en una esquina la cámara de fotos. En diferentes usos, la tablet luce muy bien. Tiene un peso de 400 gramos.
PANTALLA: 8
Mi experiencia no ha sido tan grata con el panel IPS LCD de 8 pulgadas. En primer lugar, Lenovo no proporciona una pantalla FullHD – algo que en modelos similares, como el LG G Pad, uno encuentra sin problemas –, lo que ya nos da, por la resolución de 1280x800, una densidad de píxeles baja (189 ppp). Además los bordes anchos ya me daban una impresión de pantalla más pequeña, aunque es una sensación relativa.
El otro factor en contra de mi experiencia con la pantalla de la Yoga es que la respuesta al tacto no siempre era la mejor. Por momentos debía insistir 3 o 4 veces para poder accionar un comando, cambiar de página, saltar en un juego o disparar una foto. Se volvió algo molesto con los días. Al escribir no tenía el nivel de precisión que otras tablets, lo que descuadra un poco el concepto del equipo desde el diseño, pensado en situaciones de escritura frecuentes.
Los colores se ven algo lavados y el ángulo de visión no es el mejor, sobretodo bajo condiciones lumínicas fuertes. Se pierde mucha nitidez al leer notas grandes o libros. En líneas generales, está lejos de la competencia en este punto.
SOFTWARE: 8
Lenovo ha puesto mucho empeño en establecer una capa de Android – lleva 4.2.2 desde la caja – que sea eficiente y responda al dinamismo de posición del equipo. Sin embargo, el entusiasmo los ha llevado a parecerse mucho a iOS. La primera pantalla que uno tiene es ésta:
O el dock es muy “ala iOS” – salvo por los widgets - o me he vuelto paranoico.
La segunda pantalla es ésta:
Ojo, el software de la yoga Tablet no incluye un apartado de “Aplicaciones” como se acostumbra en Android. Todas las apps van a llenar los HomeScreen, pero también hay espacio para colocar widgets. Siendo justos, es una manera eficiente y elegante de gestionar las apps, pero no deja de darme la impresión que he visto esto antes.
En fin. Hay herramientas que rescato de este entorno propuesto por Lenovo. Una de ellas es la pantalla lateral para elementos recientes y disparador rápido de apps. Me parece genial que se incorpore un mecanismo de este tipo para ayudar a lanzar apps o widgets y ahorrar espacios en el Home. Es algo que también trae Action Launcher Pro en su nueva versión.
Para ver las notificaciones y configurar los seteos de la tablet, Lenovo ha provisto de persianas separadas para cada acción. Una decisión elegante y vistosa, además de permitir una reducción notable en el tiempo de gestión.
Incorpora en la base otras opciones de configuración rápida, como temas, fondos, widgets y más.
Lo que me pareció un golazo fue el gestor de archivos, que funciona por pestañas dinámicas. Es como un tarjetero para intercambiar entre carpetas y unidades de almacenamiento. Ojo, la yoga tablet funciona con USB On the Go, así que es realmente simple intercambiar archivos.
RENDIMIENTO: 8.5
Las entrañas de esta tablet son:
Procesador | MediaTek MT8125 |
RAM | 1 GB RAM |
Memoria | 16GB. Permite microSD hasta 64 GB |
Conectividad | Wireless 802.11a/b/g/n, Bluetooth 4.0 LE, LTE y NFC |
Si bien es cierto que MediaTek ha tenido interesantes propuestas durante el 2013, aún está algo lejos de los procesos de Qualcomm. Es un tablet que, si bien es cierto responde a cierto nivel de exigencia, genera un cuello de botella en la demanda del software. Mucho lag en la apertura de apps – espero que con KitKat 4.4 esto cambie – y multimedia poco fluido al reproducir contenido alojado en el equipo. Uno podría esperar que un quadcore actúe de manera más eficiente, pero esta tablet necesita una engrasada urgente en software.
Dos puntos son importantes de destacar: cuenta con licencia Dolby – algo que impacta al ver una película con audífonos, realmente – y un optimizador de batería que nos permite administrar mejor la energía en el dispositivo.
CAMARA: 8.5
La cámara trasera se aloja, como había precisado, en la base cilíndrica que conserva la batería y sirve de anclaje para el kickstand. Es un sensor trasero de 5MP y uno delantero de 1,6MP. Nada a destacar en una cámara de tablet, pues tiene un comportamiento dentro del estándar. Sin embargo, por momentos me parecía un poco incómoda la ubicación del sensor. Cuando sujetaba el tablet con el cilindro hacia abajo – eso para ver el logo de “Lenovo” en la orientación correcta –, tapaba accidentalmente la cámara con mis dedos de la mano izquierda. Tenía que darle vuelta al equipo para poder disparar con normalidad, pero el cilindro era algo incómodo en la parte de arriba al disparar. Raro. Simplemente eso.
Como ven, nada del otro mundo.
AUTONOMIA: 9.5
La batería alojada en la parte de abajo tiene una capacidad de 6000 mAh, y nos permite una autonomía bastante buena. De hecho, pude usarla de manera intensa por 16 horas seguidas. En tiempos largos sin uso pero con sincronización, la batería decaía en 2 a 3 días.
VEREDICTO: 8.6
No es una mala tablet, ni mucho menos. Es un esfuerzo interesante de renovación en un mercado que cae en el commodity estructural de las tablets. Las cuestiones de rendimiento pueden ser optimizadas con herramientas de terceros, un nuevo launcher y otro tipo de app. Eso es lo bueno de Android. Es un equipo firme y de gran acabado, pero que merece una oportunidad con KitKat, que ojalá llegue.
A FAVOR
- Diseño impecable y acabado en aluminio.
- El kickstand es excepcional y le da versatilidad de uso.
- La batería tiene una tremenda durabilidad.
EN CONTRA
- La pantalla no responde muy bien a demandas altas
- El software genera un cuello de botella en el procesador durante los procesos.
- La ubicación de ciertas piezas del hardware podría ser una molestia
0 comentarios:
Publicar un comentario